top of page

21 Cosas que nadie te dice acerca de migrar

Actualizado: 2 dic 2019


Todos hemos tenido ese familiar y/o amigo que ha salido de su país para empezar una nueva vida en otro lugar o quizás ahora somos nosotros esos que hemos migrado, siempre escuchamos de sus historias increíbles y quizás vemos en sus redes sociales sus logros cumplidos, viajes, y todo aquello bueno que pasa por sus vidas, pero son escasos los lugares o personas que hablan de lo que incluye migrar a otro lugar, no sólo de lo bueno sino también de lo no tan bueno.



Photo by Jan Tinneberg on Unsplash
Photo by Jan Tinneberg on Unsplash

Confieso que cuando empezó mi sueño de migrar jamás pensé en las cosas difíciles, negativas o retos a los que me iba a enfrentar y tampoco nadie me los dijo, yo tenía una visión un poco “romantizada” de lo que significaba para mi ser migrante, en parte mi cerebro decidió enfocarse sólo en lo que parecía color rosa y no en las tonalidades grises que se podían asomar, así que te voy a contar aquí algunas cosas que nadie o muy pocas personas dicen que viene con el hecho de migrar y que he ido aprendiendo con el tiempo, pero tranquilos, no todo es malo!, hay muchísimas cosas positivas que también llegan con ello, así que empecemos :




1. Te vas a sentir sol@: Al llegar a Australia jamás imaginé o bueno sí lo pensé, que me iba a sentir tan terriblemente sola, los primeros meses especialmente aquellos días en los que no trabajaba o estudiaba la soledad me invadía y era una cosa que yo no podía explicar, yo no me preparé para eso, y aunque nunca he sido una persona que necesite compañia todo el tiempo si me hacia falta tener a mi familia y amigos con los cuales compartir, con el tiempo entendí que esa soledad ahora era mi compañía y que yo tenía que aprender a vivirla, aceptarla, aprovecharla y amarla.


2. Vas a sentir miedo: miedo a muchas cosas, al quedarte sin dinero, al no encontrar trabajo o perderlo, a que le pase algo a tu familia o amigos estando tú tan lejos, a que no te puedas adaptar al nuevo lugar, miedo a la crítica, a la burla, al perder y un sin fin de cosas más. La clave está en aceptar que hay cosas que no podrás cambiar, y que a veces nuestros miedos ni siquiera se convierten en realidad.



ree
Photo by Sasha Freemind on Unsplash


3. Sobresalir profesionalmente será todo un reto: al migrar tu eres el invitado del país al que llegas, y puede que tu anfitrión sea bueno o no contigo. Muchos países le dan siempre prioridad a sus ciudadanos en temas de trabajo, y tiene sentido!, por qué darle prioridad a los de afuera cuando tienes millones de tu misma casa tratando de encontrar oportunidades? Así que para sobresalir tendrás que mostrar que eres mejor que esos millones que pertenecen a esa casa en la que tu eres invitado, tienes que demostrar tus capacidad y habilidades con mucho más esfuerzo para que sean tenidas en cuenta.


4. Los logros se celebran el triple y las derrotas se sienten también como el triple: si consigues el trabajo soñado, encontraste la pareja adecuada, compraste un carro o casa, obtuviste la residencia o lo que sea que logres lo vas a celebrar con el triple de euforia porque probablemente te tomó mucho más esfuerzo que el que te hubiese tomado en tu propio país, y así mismo sentirás muchas derrotas, si pierdes tu trabajo, si te niegan la extensión de tu visa, chocas el carro o lo que sea que suceda puede que lo sientas aún mucho más profundo al que si estuvieras con los tuyos en tu tierra.



ree
Photo by S O C I A L . C U T on Unsplash


5. Muchos se burlarán de tu cultura, tu acento, la historia de tu país: y si! Hay muchos que al ver uno que otro programa de televisión o película pensarán que ya saben de tu país, harán comentarios malintencionados y sin empatía, ignoraran la historia de tu país o simplemente pensarán que tu acento es muy gracioso o molesto, y a todos esos tendrás que aprender a manejarlos y a ignorarlos con el tiempo, o aprenderás a responderles asertivamente.


6. Pero también muchos amarán lo que eres, tu cultura, tu país y tus raíces: serás algo innovador para ellos, querrán saber más de ti y te tendrán como un ejemplo a seguir, en mis años como migrante muchos alagan el esfuerzo que he hecho para aprender el inglés, el que haya empezado una vida desde ceros sin familia ni amigos con los cuales contar y tan lejos de casa, muchos quieren saber más de mi país, de mi cultura, de la comida de mi tierra, de lo que soy o hago diferente a ellos.




ree
Photo by Michael Barón on Unsplash


7. Te sentirás muy frustrado con el nuevo idioma: yo sentí en muchos momentos que jamás lo iba a aprender, la frustración venía aún mucho más cuando quería expresar algo muy profundo y no podía hacerlo o lo hacía de tal manera que la otra persona no entendía mi punto de vista, y mi manera de reaccionar o era llorando o con rabia, pero eso también pasará, con un poco de paciencia uno aprenderá a expresar todo eso que siente en otro idioma.


8. Sentirás que no perteneces ni allá ni acá: muchas veces lloré o he llorado por no sentir que pertenecía a Australia, que yo era un ente completamente diferente y que por muchos años que viviera aquí o lo que hiciera jamás iba a pertenecer, eso amigos! cambia un poco con el tiempo, aunque muchas personas jamás sentirán que pertenecen y en esos casos prefieren devolverse a sus países o empezar en otro con el que se sientan más identificados. Pero además de eso puede que sientas que tampoco ya perteneces a tu país, y yo sentí eso la primera vez que volví a Colombia, fue un sentimiento rarísimo, yo ya sentía que tampoco pertenecía allá, que todo ya era muy diferente a lo que ahora yo estaba acostumbrada, y que yo era una persona diferente a la que se había ido hacía unos años, no les tengo una solución para eso, sólo puedo decir que aprenderán a manejarlo.



ree
Photo by Dan Gold on Unsplash


9. Te das cuenta que tienes que trabajar mucho en ti: cambiaste de lugar pero no de persona, y si saliste de tu país porque estabas sufriendo por algo interno pues al vivir como inmigrante te das cuenta que tienes que trabajar en ello porque de otra manera eso puede llegar a pesarte mucho, se puede convertir en una carga muy fuerte de superar, te das cuenta que eso no se quedó en el país que dejaste. Yo por mi parte he crecido mucho internamente pero aún me falta muchísimo más y creo que al vivir en un país que no es el mío tengo que sacar aún más la mejor versión de mi para afrontar los retos a los que me enfrento.


10. No te vuelves millonario: tus familiares o amigos piensan que porque ahora vives en otro país te ganaste la lotería, ahora ganas en dólares, euros, libras esterlinas, o la que sea la moneda en la que ganas, ahora eres todo un ‘pudiente’ cómo decimos los colombianos, pero claro! Ahora también gastas en esas mismas monedas. Muchos países a los que por ejemplo nosotros los latinos migramos son países bastante costosos, o en mi caso Australia lo es, así que gano en dolares pero tambien gasto en dólares, y claro en muchos casos el poder adquisitivo es muchisimo mejor que en tu país (quizás esa sea una razón por la cual te fuiste) y puedes trabajar más duro pero así mismo ganar mucho más, pero no te vuelves millonario, o no por lo menos solo con el hecho de migrar, quizás te armes un negocio innovador o de verdad te ganes la lotería pero eso ya es un cuento aparte.


11. No tienes los mismos beneficios que un ciudadano en el país que estás: a menos que tu ya seas o ciudadano o residente de dicho país, pero no es lo mismo no tener los beneficios que los mismos derechos, en la mayoría tus derechos son exactamente los mismos, y los puedes hacer valer. Los beneficios a los que quizás no puedes aplicar son en temas de educación, salud, soporte financiero y demás.



ree
Photo by Dan Meyers on Unsplash

12. Cada llamada, mensaje de texto o correo con tus familiares vale oro: aprendes a valorar más la comunicación con tus seres queridos, las llamadas se hacen más “sustanciosas” y aprecias muchísimo más cualquier muestra de estar en contacto que tus seres queridos tengan contigo.


13. Madurarás mucho, aprenderás a ser independiente y jamás serás el mismo: si me conociste hace 10 años puedo decirte que hoy no soy la misma de aquella época, cada año que pasa con la madurez de la edad y con las experiencias que vivo al vivir fuera de mi país he cambiado mucho.


14. Te vuelves más tolerante: aprenderás a aceptar las diferencias, las tolerarás y respetarás. Yo como colombiana jamás compartí con tanta gente diferente, de diferentes culturas y países, así que al llegar a Australia fue algo totalmente nuevo para mi, que me costó en muchos momentos aceptarlo o respetarlo, pero con el tiempo eso se hace muchísimo más fácil y lo aprendes a disfrutar.



ree
Photo by Sarah Ardin on Unsplash

15. Te vas a enfermar y quizás no habrá quién te acompañe: la primera vez que me enfermé fue al mes de llegar a Australia, me dió una gripa de esas que le decimos ‘rompehuesos’ y no había quién me hiciera una sopa, un aguadepanela o que fuera por mi a la farmacia, creo que aunque lo aprendí a manejar eso es algo a lo que aún no me acostumbro, no hay nada como los cuidados en mi caso de mi mamá.


16. Te podrás volver dependiente de algo o alguien: al sentirte sólo o sóla puede que te apegues mucho a tus amigos y/o pareja, es algo inevitable y a veces es resultado de el punto # 1 que habla de la soledad, en otros casos te podrás volver dependiente de la fiesta, del cigarrillo, de la comida, entre otros. Es algo normal, y se puede trabajar para cambiarlo o mejorarlo.


17. Te adaptarás más fácil a los cambios: cambiaste de país, idioma, casa, continente, cómo no vas a adaptarte a otros cambios que traiga la vida?. Y aunque creo que el ser humano siempre tendrá una lucha interna para salir de sus zonas de confort creo que al ser migrante tendrás el chip cambiado, y podrás hacer cambios con un poco más de ímpetu.



ree
Photo by Dominik Martin on Unsplash


18. Las navidades ni otras celebraciones serán las mismas: no quiere decir que sean peores o mejores, sólo que son diferentes, para mi especialmente en Australia la navidad me parece un poco aburrida aunque me encanta que sea verano y que puedo disfrutar de otras cosas que en Colombia no haría, sin embargo las navidades no se sienten iguales. Otras celebraciones cómo el Halloween son supremamente aburridas en Australia pero en otros países como Estados Unidos son muy divertidas. Por otro lado puede que adaptes otro tipo de celebraciones como el Día de San Valentín, Easter, celebraciones patrias del país en el que vives, Día de Acción de Gracias, y demás.


19. Tu salud es tu activo más preciado: lo menos que quieres al vivir en otro país es estar enfermo, de tu salud depende que puedas ir a estudiar, trabajar y vivir una vida normal. Yo por mi parte aunque siempre me he preocupado por mi salud ahora soy mucho más cuidadosa, hago lo que esté a mi alcance para hacerme chequeos y darle a mi cuerpo lo que le beneficia. Si eres migrante y por el corre corre diario te has olvidado de tu salud te aconsejo que no la dejes de lado porque sin salud no harás nada.




ree
Photo by Ethan Hoover on Unsplash


20. Harás trabajos que quizás en tu país jamás habrías hecho: yo esto lo sabía pero no había entendido lo duro que podía llegar a ser. He trabajado como cleaner (limpieza) de casas, de mesera, niñera, housekeeper de un hotel, en eventos, de barista y demás. Tuve que aprender a estar de pie y caminar de un lado a otro por más de 8 horas, a que mis uñas se dañaran, a oler a comida, quemarme y cortarme las manos, algo que suena trivial pero que puede afectar, a que las piernas y la espalda me dolieran del cansancio y demás. En mi país jamás habría hecho estos trabajos, pero es parte del proceso, y cada uno de esos trabajos me ha dejado una enseñanza inmensa no solo laboral sino para la vida.


21. Perderás muchas amistades, otras se fortalecerán y ganarás otras más: es inevitable!, hace parte de la vida, pero en especial cuando migras te das cuenta que es un proceso un poco más profundo, muchas de tus amistades que se quedaron en tu país se debilitarán por la distancia, muchas otras seguirán ahí intactas, y en el nuevo lugar al que llegaste harás nuevas amistades pero también tendrás que dejar ir muchas por los motivos que sean, porque se mudan de regreso, porque no son las adecuadas para ti o porque simplemente no son tan fuertes como hubieses querido.




ree
Photo by Priscilla Du Preez on Unsplash

Migrar es una experiencia compleja, que incluye muchos bajos y altos, pero que yo personalmente no la cambiaría por nada, y la haría mil veces más si tuviera que hacerlo. Ser migrante me ha mostrado lo fuerte que puedo ser, y también lo vulnerable que soy, me ha enseñado de muchas manera a valorar lo realmente importante y que no importa en donde esté siempre siempre llevaré a mi país conmigo pero que también ahora tengo un corazón dividido en dos, en el país que me vió nacer y el que ahora me acoge como su invitada. Migrar es de valientes.


Espero hayas disfrutado éste texto, cuéntame qué otras cosas crees que nadie te dice lo que es migrar y quizás haga otro artículo con éste tema, si te gustó puedes compartirlo también con alguien que sea migrante o tenga la intención de serlo pronto :).


Muchas gracias por leerme.


Recuerda conectar conmigo en mis redes sociales.

Instagram: @yuraontheblog

Facebook: Yura on the Blog

Comentarios


IMG_1471.jpg

Hola! Hola!!! Soy Yura, no me preguntes que significa mi nombre porque no lo sé, mi apellido es Prada y me encanta porque me hace sentir sofisticada como la marca, soy colombiana nacida en Bogotá  y ahora vivo en Melbourne, Australia. Me mudé a éste país en Abril del 2015 y mi vida desde aquel entonces ha cambiado un montón...

Read More

  • White Instagram Icon
  • White Facebook Icon
  • YouTube - círculo blanco

© YURA ON THE BLOG.COM

bottom of page